Mamoru Hosoda y la Construcción de la Magia en el Cotidiano por Ailén

por Ailén

Si algo me gusta más que la magia es cuando lo fantástico está tan estrechamente ligado a lo real que produce de sensación de que aquello tan alucinante puede ocurrirte a vos también. Algo de esto me pasa cuando veo una película de Mamoru Hosada: animador de cine de 53 años que estudió en la Universidad de artes de Kanazawa y fundó hace 9 años el Studio Chizu. 

Según mi punto de vista hay un factor común que une sus películas y es la posibilidad de que un hecho sorprendente pase realmente. Forma parte del verosimil que un niñx o adolescente que en apariencia no tiene algo extraordinario pueda adquirir rasgos mágicos, conocer criaturas no humanas o viajar en la línea temporal cuando lo desee. A su vez hay numerosas escenas de aparente quietud y cotidianeidad que ponen una pausa de paz al torbellino de emociones. Lo sé, nada de esto es una idea original ni mucho menos pero no puedo dejar de pensar que tiene factor común con Studio Ghibli y es lo que hace que las historias nos toquen la fibra sensible para seguir soñando.

Si enumeramos sus mejores largometrajes en orden cronológico aparecen los siguientes:

· La chica que saltaba a través del tiempo (2006)

· Summer Wars (2009)

· Los niños lobo (2012)

· El niño y la bestia (2015)

· Mirai, mi hermana pequeña (2018)

Cabe destacar que las últimas tres le brindaron cada una un premio para Animación del año de la academia de 

Japón y Mirai no Mirai estuvo nominada a los Oscar en 2018. 

De esa lista recomiendo particularmente Bakemono no Ko (El niño y la bestia) por su increíble desarrollo de personajes, una trama entretenida y una paleta de colores preciosa que te lleva de la mano hacia ese mundo. La segunda en mi podio es Okami Kodomo no Ame to Yuki (Los niños lobo) que conjuga aventura, ternura y dolor en una pieza para emocionarse hasta las lágrimas.

 

Para finalizar les cuento que buscando información sobre más obras en las cuales trabajó me enteré que fue director de la sexta película de One piece (El barón Omatsuri y la isla secreta, 2005). Dirigió también el capítulo 21 de Digimon Adventure y la película de 1999, con una escena muy épica para quienes tuvimos la infancia en ese momento ya que además de la pelea entre Digimons está musicalizada con el Bolero de Ravel.

https://youtu.be/oi79RC33ro4

por Ailén