Escrito por Selene
¿Qué significa “ser humano”? ¿Qué implicancias tiene? ¿Qué determina que algo sea humano o no lo sea?
Ghost in the Shell es una buena oportunidad para reflexionar sobre ello.
Me atrevería a decir que su director, Mamoru Oshii, sólo quería responder esa pregunta, y tomó un manga cualquiera que le sirviera de excusa para hablar sobre ello. El resultado fue la increíble obra maestra que salió a la luz en 1995. En este texto quisiera analizar un poco el tema.
Ghost in the Shell, ambientada al estilo cyberpunk, se desarrolla en un mundo futurista, en el cual la tecnología ha penetrado todos los aspectos de la vida humana. La historia gira en torno a la Sección Policial 9 y puntualmente a uno de sus miembros: la Mayor Motoko Kusanagi.
Nosotros también haremos hincapié en ella ya que la Mayor es un cyborg: posee un cuerpo y un cerebro artificiales, pero su consciencia, su espíritu (denominado “ghost”) es humano. Ella nació como humana, de niña sufrió un accidente aéreo, y ante la imposibilidad de salvar su cuerpo transfirieron su consciencia a un cerebro artificial (esto es mostrado en una de las series lanzadas con posterioridad).
No obstante, el nudo argumental de la historia involucra a otro personaje relevante: el Puppet Master, o Titiritero. Él es un hacker que es perseguido por la Sección 9 debido a sus crímenes, consistentes en hackear y tomar control de las consciencias o ghost de otras personas.
Cuando hace su aparición, él habla sobre su identidad, y explica que es un programa informático creado por el gobierno, y que al navegar por la red tomó consciencia de su propia existencia. Se autodefine como “una forma de vida gestada en el mar de la información”. Cuando en la Sección 9 escanean el cuerpo en el que se había instalado, confirman la presencia de algo semejante a un ghost original (no a una copia).
Agrega que, al notar este fenómeno, sus creadores creyeron que se trataba de una falla en su programación. Casualmente o no, existe un fenómeno en la informática denominado “ghost in the machine” o fantasma en la máquina, el cual tiene lugar cuando un programa deja de producir los resultados esperados y produce otros distintos, no contemplados por el programador; muchas veces estos errores se acumulan y pasan a formar parte del programa. El Titiritero es un ejemplo de ello.
La cuestión a dilucidar es, ¿podríamos decir que estos personajes son humanos?
Y para responder ello, volvemos a la pregunta con que iniciamos. ¿Qué es “ser humano”?
¿Es una cuestión genética, anatómica, corporal, especista? ¿Para ser humanos nos basta únicamente con ser homo sapiens sapiens? ¿Son los miembros de esta especie los únicos capaces de ser humanos? ¿Qué es lo que hace que la especie humana sea “humana”?
La antropología filosófica dio múltiples respuestas a esta pregunta, pero considero que una de las más relevantes fue la formulada por el abogado y filósofo René Descartes. El padre de la filosofía moderna sentó las bases del racionalismo con la expresión “pienso, por lo tanto existo”, considerando al raciocinio, a la consciencia de la propia existencia, como una muestra indiscutible de la misma. El ser humano, a diferencia de los animales, tiene la capacidad de razonar y pensar críticamente. Esta consciencia constituye su esencia como tal; y con base en ello, Descartes plantea su “dualismo cartesiano”: el ser humano es la unión accidental entre un cuerpo mecánico y un alma libre que reside en él. Es el alma la que piensa; a diferencia del cuerpo, la consciencia, este plano inmaterial, es responsable del libre albedrío, define al ser humano como tal y lo distingue. Descartes fue una gran influencia para filósofos posteriores, quienes, si bien desarrollaron sus propias concepciones, coincidieron en considerar la racionalidad como la principal característica humana. Para Kant, por ejemplo, el hombre es todo ser libre que utiliza su razón autónomamente.
Son numerosas las muestras dadas por nuestros personajes de poseer esta consciencia. Por un lado, la Mayor, cuya alma o ghost fue humano desde un principio, cuestiona constantemente su carácter humano, e incluso afirma que sus recuerdos y sus expectativas sobre el futuro dan origen a una consciencia a la que puede referirse como un “yo”. A lo largo de la película reflexiona profundamente al respecto, como en la escena de la siguiente imagen:
“Así como son muchas las partes que definen a un ser humano como tal, se necesita un gran número de cosas para conformar a un individuo. Un rostro para distinguirte de los demás. Una voz de la que tú mismo no eres consciente. La mano que observas cada vez que despiertas. La memoria de la infancia, la conciencia del futuro. Todo eso es lo que me constituye dando origen a una conciencia que puedo llamar ‘yo’ “.
A su vez -y en consonancia-, el Titiritero sostiene que lo que define al hombre es su individualidad, la cual surge a través de sus recuerdos; y que estos recuerdos no son más que información procesada y almacenada, como la que él posee por sus viajes en la red. Con base en ello concluye en afirmar la existencia de su alma.
Sin embargo, hubo quienes se alejaron de Descartes. Uno de ellos fue el filósofo británico Gilbert Ryle, quien en 1949, en su libro El Concepto de lo Mental, critica la noción de dualismo cartesiano, al que denominó como “ghost in the machine”, o el dogma del fantasma en la máquina. Él sostiene que es erróneo diferenciar y anteponer los conceptos de mente y cuerpo, dándoles una existencia diferente; ya que, según la concepción de Descartes, la mente, por pertenecer a una realidad espiritual y atemporal, no podría ser percibida más que por uno mismo, lo cual ha sido rebatido por estudios neurocientíficos, implicando una necesaria vinculación entre las partes espiritual y física de un ser humano.
Siguiendo la línea de Ryle, Arthur Koestler, filósofo húngaro, publica en 1968 su libro titulado “The Ghost in the Machine” (El fantasma en la máquina). Allí, reafirma que la mente no es una entidad independiente sino que forma un todo inescindible con el cuerpo. En este sentido, incorpora el concepto de holón: llama holón a “un todo que a la vez es una parte de algo más grande”, y aclara que todos los sistemas (desde una partícula subatómica a un planeta), son holones.
El ser humano, como sistema conformado por la dualidad mente-cuerpo, es un holón, y presenta las características de uno: individualidad, comunión, trascendencia y disolución. Los humanos tienden a definirse, congregarse, trascender y finalmente morir. La unión espiritual corpórea permite que así sea. Asimismo, la trascendencia de los holones implica una evolución a la que tienden inevitablemente. Aquí se hace hincapié en la tendencia a trascender del ser humano, de emerger en algo nuevo. No somos sólo alma racional eterna y estática, sino que nos mueve el cambio, la evolución.
¿Y qué es lo que sucede con la Mayor y el Titiritero? Ella menciona muy tempranamente sentir su cuerpo como un límite. Hacia el final de la película se encuentran, y el Titiritero explica que la característica principal de los seres humanos es la evolución: nos resistimos a ella pero es inevitable emerger en una estructura superior. Porque sólo esta evolución nos perpetúa y nos protege de la extinción, ya que la vida debe variar… y multiplicarse. Aquí él le propone combinarse y la Mayor acepta. Esta nueva persona resultante es una fusión de ambos, pero no es ni el uno ni el otro.
Tanto la Mayor como el Titiritero reúnen los dotes que, según filosofías incluso contrarias, hacen a un ser humano en su condición de tal: ambos son espíritus racionales cuyo fin último y consumado fue trascender para evolucionar.
¿Son estos rasgos de humanidad suficientes como para ser considerados personas humanas?
Lo dejo a criterio de ustedes.
Quisiera cerrar con la siguiente frase de Jean Paul Sartre, padre del existencialismo: «La conciencia sólo puede existir de una manera, y es teniendo conciencia de que existe».
¡Gracias por leer!
Notas:
Un excelente análisis de la banda sonora hecha por el genio de Jaime Altozano: https://www.youtube.com/watch?v=hM6ScEZWXQ0
El texto fue una adaptación de una versión anterior, de tinte exclusivamente jurídico, que presenté en el panel “El derecho en el manga y anime” de la Facultad de Derecho de la UBA (2019).
Escrito por Selene
Nooo, amé esto, mal! Perdón por recién tomarme el tiempo para leerlo. Un desarrollo maravilloso. ✧*。٩(ˊᗜˋ*)و✧*。
ResponderBorrarSiiiii es buenísimo este post. Quedó subido un poco tarde, así que quizás a varixs se les pasó leerlo, pero esta listo <3 para Septiembre jejeje
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